Origen: Oakland, California
Género: Sludge Metal Progresivo / Post-Metal
Álbum: A Sun That Never Sets
Año: 2001
Their voices are free.
Free from the sun's stare,
free from the noise of lost souls.
El sábado 22 de noviembre de 2014, no podía perderme la experiencia de presenciar a Neurosis en vivo en la Ciudad de México, donde ofrecieron una lección magistral de ejecución, presencia escénica, concepto y sencillez. Sin duda, se posicionan como una de las mejores bandas en vivo en la actualidad. El espectáculo resultó verdaderamente emotivo para los seguidores de este legendario grupo, que goza de un respeto destacado en todos los géneros y subgéneros del metal extremo, punk y hardcore, gracias a su arte, música y lírica.
La complejidad de su música implica que tu cerebro y sentidos requieran un tiempo para asimilarla, sumergiéndote en un colapso mental lleno de atmósferas, psicodelia y agresividad, algo que solo ellos son capaces de lograr.
Su discografía es extensa y admirable. Los últimos álbumes, desde "Times of Grace", han sido producidos, grabados o mezclados por su inseparable confidente, Steve Albini, quien ha colaborado con bandas como Nirvana, Helmet, High on Fire, OM, Oxbox, Godspeed You! Black Emperor, PJ Harvey, Pixies, entre otros.
En esta ocasión, comparto un disco del cual interpretaron tres temas: "A Sun That Never Sets", "The Tide", para cerrar con uno de mis favoritos, "Stones from the Sky".
El arte del disco está a cargo del talentoso Seldon Hunt, reconocido por su trabajo con bandas como Earth, Pelican y Sun O))), por mencionar algunas.
Después de presenciar a esta extraordinaria banda en vivo, puedo decir que mi vida está completa.
No podía dejar de incluir en este blog a la banda más influyente del metal extremo brasileño. La obra maestra titulada "Beneath the Remains" es considerada uno de los mejores discos de thrash metal en la historia.
Producido y mezclado por el legendario Scott Burns, quien ha dejado su huella en la creación de álbumes clásicos y ha colaborado con innumerables bandas como Cannibal Corpse, Coroner, Death, Deicide, Napalm Death, Obituary, entre otras.
La ejecución de la banda es simplemente indescriptible; los riffs de las guitarras y la composición son melódicos, rebosantes de poder, velocidad y agresividad. Igor Cavalera en la batería alcanza niveles de locura, respaldado en todo momento por las líneas de bajo de Paulo Jr., que proporcionan el equilibrio perfecto al poder de la producción, permitiendo que las guitarras de Andreas Kisser y Max Cavalera resplandezcan de manera brillante. En la voz, se percibe una evolución respecto a los discos anteriores, con mayor intensidad y destrucción, convirtiendo a este álbum en la magnum opus de Sepultura.
Si buscas un Black Metal fuera de lo convencional, atmosférico, melódico y con una composición extraordinaria, este álbum es la elección perfecta.
Este es el segundo disco de larga duración de una de las bandas más destacadas en la escena ucraniana. La instrumentación, las melodías de las guitarras y los pasajes ambientales y acústicos son excepcionales.
Aunque la banda mantiene celosamente sus letras en el anonimato, lo cual supone un reto para quienes intentan descifrarlas, incluso hablando ucraniano, la verdad es que la voz se convierte en un instrumento más. Aun sin entender el idioma, puedes interpretar las intenciones y tonos perfectamente producidos.
Los amantes del Black Metal quedarán hipnotizados por esta belleza auditiva.
El 3 de junio de 2004 marcó la partida de Quorthon, una mente brillante en la historia de la música y pionero del género Black Metal, así como el creador del Viking Metal. Su influencia fue determinante en mi adicción al metal extremo.
Su discografía es simplemente asombrosa. Álbumes como "Bathory" (1984), "Under the Sign of the Black Mark" (1987) y "Blood Fire Death" (1988) son tres clásicos que han marcado un antes y un después para innumerables bandas.
En esta ocasión, es un honor compartir el disco conceptual llamado "Nordland I". Quorthon se encargó de todos los instrumentos, y la producción fue realizada en conjunto con su padre, Börje "Boss" Forsberg, quien trabajó con él a lo largo de toda su discografía y es el dueño de Black Mark Production, la disquera que editó sus discos.
La composición, instrumentación y voces en este álbum son simplemente perfectas. Se aprecia una evolución considerable en las vocales, con tonos limpios y melódicos, acompañadas de guitarras impecables y un bajo sólido que se fusiona con una batería sencilla, precisa y definida. En resumen, "Nordland I" es una obra maestra de principio a fin.
El arte del disco estuvo a cargo del talentoso Necrolord, quien ha trabajado con bandas de renombre como At the Gates, Dissection, King Diamond y Emperor, entre otras.
En mi opinión, el álbum que define el distintivo sonido de la legendaria banda Bolt Thrower es, sin lugar a dudas, "Realm of Chaos". Este segundo trabajo marca un hito al incorporar la colaboración de Games Workshop para el arte, inspirándose en uno de sus juegos de guerra y fantasía, "Warhammer 40,000".
La composición de este álbum es una auténtica lección de Death Metal, con riffs brutalmente agresivos y melódicos, así como solos de guitarra disonantes que solo ellos son capaces de lograr.
Elegir un favorito de su extensa discografía resulta difícil, pero Bolt Thrower indudablemente se erige como una de las bandas más importantes en la historia del metal extremo.
Jo Bench es ampliamente reconocida como la primera bajista en incursionar en el metal extremo, agregando un elemento distintivo al sonido de la banda.
Para aquellos que aún no han tenido la oportunidad de escuchar a esta legendaria agrupación y son amantes del Death Metal, les aconsejo que preparen sus oídos para sumergirse en el caos, la agresividad y el poder que emana de sus bocinas.
Indudablemente, el álbum que más he escuchado este año, combina velocidad, agresividad y técnica, todo a cargo del productor Tom Soares (con experiencia en trabajos para Cro-mags, Meliah Rage, Pro-pain).
Es destacable la habilidad para crear riffs melódicos en las guitarras y la ejecución magistral de Vinny Daze en la batería; su manejo del doble pedal es sencillamente asombroso. Las vocales se integran perfectamente con la instrumentación, convirtiendo este álbum en un clásico lleno de maldad y brutalidad que resulta imposible dejar de escuchar.
Imaginen la ferocidad de "Hell Awaits" de Slayer combinada con la velocidad de "Pleasure to Kill" de Kreator, y añadan la oscuridad de "Welcome To Hell" de Venom.
Este álbum fue producido y mezclado por Eric Greif, quien en ese momento era el manager del legendario Chuck Schuldiner de Death. Se trata de una obra clásica del género que, sin lugar a dudas, poseerá tu ser desde la primera escucha.
Mi tema favorito indiscutiblemente es "Assassin", con riffs sólidos, agresivos y melódicos que son simplemente maravillosos.